lunes, septiembre 13

Algo nuevo.. algo divertido.. y que lleve chocolate

Hola hola, amigos de lo desconocido. No, no voy a hablar de los huevos Kinder Sorpresa, sino del nuevo sistema de comentarios que he puesto, que no es otro que Fizbox. No sé si os gustará o qué, por lo pronto aún no he mirado cómo hacer que aparezca el número de comentarios ya enviados, pero bueno, peor es cagar erizos de mar. Si has cagado erizos de mar y piensas que Fizbox es aún peor, envía un email a cagando_erizos@ hotmail.com y te daré un poco de melaza en compensación, o bien escribe un comentario en mi Fizbox y así no te doy mi preciada melaza.

[editado] Tras confirmar que efectivamente Fizbox es peor que cagar erizos, me retracto y lo sustituyo por Haloscan. He perdido 128 € en melaza por las compensaciones, todo gracias a Fizbox.

Una vez aclarado el tema de los comentarios, paso a los datos interesantes (según para quién) en los que he trabajado estos últimos días.
Buscando algo de información sobre los cacahuetes (con cáscara), he topado con datos biográficos del ilustre Ludwig Van Beethoven, pronunciado [be-étofen] en alemán pero [betóben] en castellano. Este compositor, que como todo el mundo sabe era sordo (y si alguien no lo sabe mejor será que se vuelva a Cuenca), era un excéntrico al igual que todos los grandes genios, pero nuevos descubrimientos basados en su ropa vieja revelan rasgos de su personalidad que nadie había conocido hasta hoy.
A continuación, parte del artículo "Beethoven: Nuevas Conclusiones y Grandes Pamplinas", escrito por Franz J. Khantövski a partir de los informes sobre dicha ropa.

"Ya en aquella época [...] el Maestro daba signos de sordera. Un día su esposa, Frau ApfelStrudel, le pidió que fuese a la panadería a comprar algo de queso, a lo que el Maestro respondió "Los arenques nunca me han gustado", y acto seguido bajó a la calle para regresar con una bolsa de cal de 500 gramos con la que blanqueó las paredes de la sala de estar.
[...]
Ya pasados 5 años desde su total pérdida de audición, el Maestro protagonizó un serio altercado a lo largo de un concierto en un cóctel de la embajada de Cracovia, debido a una petición del Primer Ministro de Kazakhstán. Según Jürgen Fritzangen, testigo presencial, nadie oyó lo que dijo el Señor Ministro, pero sí oyeron a Beethoven decir "Jamás en la vida tocaré una pieza de Lina Morgan, así me caiga de mi estúpido taburete". A los pocos segundos, el Maestro cayó de su taburete e interpretó "La Tonta del Bote", no sin antes cambiar la tonalidad a Re menor. Esto prueba que Beethoven era un hombre consecuente con sus palabras, algo que demostró más tarde en el tristemente conocido incidente de las habichuelas pintas y el roedor.
[...]
En una ocasión, el Maestro mandó a la sirvienta a la tienda de ultramarinos en busca de 20 kilos de harina y 4 de avena. Intrigada por el pedido, su esposa le preguntó el motivo de tan singular lista de la compra. El Maestro sólo dijo: "Déjame en paz, mala pécora", y continuó afeitando gatos el resto de la semana. Nunca se supo qué hacía de aquellos gatos, aunque se sospecha ahora que Ludwig acumulaba pelo en secreto para gastar bromas al frutero, su eterno rival."

¿No ha sido interesante? Si no lo ha sido escribe a no_me_ha_interesado@ hotmail.com. Yo no lo leeré, pero alguien lo hará. Si es que alguien se hizo esa cuenta.

El consejo: No bebáis agua del grifo, está llena de microbios, gérmenes y otros críticos de cine. Si tenéis mucha sed, bebed de la ducha. Es divertido porque hace cosquillas.

Hasta la próxima edición y no olvidéis leer a Kierkegard.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

que poruqeriaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

la mejor, y sólo para tí :D

Anónimo dijo...

jjajaja limadisimo!!

Anónimo dijo...

buenisimo consejo

Anónimo dijo...

k ondas k es eso???