viernes, agosto 27

Cómo acabar de una vez por todas con la nuez moscada

Hola hola, amigos del 2º Círculo Exterior. Aquí estoy para poner al día este mi blog, que últimamente actualizo más a menudo, parece que cumplo lo prometido... dios santo que más puede pasar?

Mi buen amigo el Profesor Arden Maxtonian (para los amigos el Profesor Max) terminó ayer su ensayo "De las fobias y otras aficiones", en la que expone curiosos casos que se ha encontrado a lo largo de su prolífica carrera como apuntalador de tabiques. A continuación, expongo dos casos del escrito que me han resultado extremadamente interesantes (¿o era estúpidos?) En cualquier caso, aquí están.

A mediados de los 70, el Profesor Max estuvo tratando a un paciente (Arnold T.) que tenía un miedo atroz a comer espaguetis sin cuchara. El Profesor, tras varios intentos que acabaron inexorablemente en fracaso, utilizó la psicología pauloviana. Trató de que Arnold consumiera el italoplato en cuestión con una cucharilla de café mientras él le animaba con la ayuda de su mono amaestrado vestido de artista circense polaco. Cada vez que Arnold quisiese alejarse tembloroso, el mono le propinaba una importante contusión en la sien con una porra de palo. Paulatinamente, Arnold perdió el miedo a la falta de cuchara en su servicio de mesa para espaguetis, lo cual fué un triunfo profesional para el ilustre Profesor Max. Como efecto colateral de la terapia, Arnlod T. desarrolló una fobia mortal a los pequeños y grandes simios así como a algunos hombres con marcada presencia de vello. Actualmente está siendo tratado por éste y otros males en la Universidad de Sofia, Belgrado, sin ningún progreso aparente.

Otro caso interesante, y permitidme remontarme al año 1986, fué el Caso de 1986. El Sr. M. acudió a la consulta del Profesor Max con un problema grave que le urgía subsanar. Según explicó al erudito, tenía un profundo miedo a la muerte violenta inesperada cada vez que se presentaba la necesidad de bajar a la calle. El profesor dejó encima de la mesa su lata de pimientos de El Cidacos y le sometió a unas cuantas sesiones de análisis, de las cuales extrajo en conclusión que el miedo que sufría este paciente se podía dividir en varios submiedos, por ejemplo: Su miedo a la muerte se subdividía en (por este orden) miedo a lo desconocido, miedo a la no-existencia y miedo a encontrarse con su difunta tía Ellen y sus guisos saturados de nuez moscada. La solución era evidente para muchos, pero no para nuestro Profesor Max, quien, dada su genialidad, se negó a tratar los submiedos por separado sino que invitó al Sr. M. a una cena saturada de nuez moscada y cianuro concentrado, usando como tercer comensal una figura de cartón recortado a la manera de una silueta humana con la foto de la tía Ellen pegada en lo que correspondería a la cabeza, como terapia de choque. El Sr. M. no sólo se negó a comer sino que llamó al Profesor "Maldito enfermo subnormal", de lo que el Profesor dedujo que no podría seguir tratándole si seguía rechazando sus guisos, ya que nadie en toda su carrera le había tratado con tan poco respeto.

Actualmente el Profesor Max escribe un nuevo ensayo "La nuez moscada como espejo oscuro del pensamiento soviético", que será publicado el 25 de Septiembre de 2004.

El consejo: Los calcetines siempre están en el último sitio donde buscas, por lo tanto busca en ese sitio primero. O llama a tu madre.

viernes, agosto 13

O! for a piece of cardboard

Hola hola amiguitos!

Hoy os hablaré de algo que he leído. Se trata ni más ni menos que del "Diario de Investigación y Resultados del Dr. Joseph L. Von Rimmeck", que en el siglo XII ya era una eminencia de las nuevas tecnologías como demostró con sus innumerables inventos, entre ellos la catapulta y el ariete.

Sin embargo, no es de ciencia de lo que trata el pasaje que nos ocupa, sino de sus más profundas reflexiones acerca de la naturaleza humana. Paso ahora a citar sus escritos.

"13 Sept. 1120 d.C.

Ayer tuve un duro día en el Consejo de Investigadores no Heréticos, el café era una mierda con todas las letras. Ese cretino de Zébrier no debería hacerse cargo del café ni del catering. Propondré su expulsión en próximos días, tanto por los motivos ya citados como por ese estúpido invento suyo de la cafetera. ¿Agua hirviendo? Menudo majadero [...].

Hoy el Dr. Armenish ha puesto en duda que yo, Von Rimmeck, inventase en su día las plantas y la mayor parte de la vegetación subterránea. No sé como le permiten tal desfachatez en el Consejo. Si yo tuviera la potestad necesaria para expulsarle, sin duda lo haría, carajo. [...] Las pruebas de mi invención las tengo aquí, junto a las que demuestran que inventé el Sol y todas las piedras conocidas. Y lo peor de todo es que mi mujer se ha divorciado. Ah si, lo olvidaba: El ser humano es una puta mierda."

Hasta aquí el pasaje, amigos. Sé lo que pensáis, la catapulta no la inventó ningún Von Rimmeck. Bueno, todos los científicos se apuntan invenciones ajenas en una u otra ocasión.

Paso a comentar un titular de mi libro de "Noticias sin Publicar" (Publicado por Ed. Paradojas, 2004)

.-UN PAYÉS INVENTA EL AIRE
.-El labriego afirma haber hallado la clave en su trozo de monte

.-Un payés de la zona de la punta, en la Comunidad Valenciana, sorprendió ayer a los asistentes al Congreso de Científicos no Federados al presentar en el Foro de Inventores Noveles un gas altemente respirable que denominó como "Aire". "Oxígeno, Nitrógeno y Argón, señores, esa es la clave de todo" declaraba el labrador "Pero no era tan evidente. Tuve que pasar muchas noches al raso, en medio del monte, para llegar a comprobar que efectivamente es un gas respirable y que suple todas las necesidades del cuerpo humano y demás mamíferos y aves e insectos que respiran. Ah y los anfibios."
Mientras que a este labrador se le ha propuesto para el Premio Nobel, las acciones de branquias han descendido un 250% desde la noticia.
Al preguntar al payés qué otros estudios había realizado sobre gases respirables, éste respondió "Ein?" Acto seguido se marchó a lomos de su perro pachón.

Hasta aquí la lectura de hoy. Para acabar, el consejo.

Coméis acelgas? Pues deberíais. Si no os convencen, probadlas con más acelgas, le dan un toque exótico.

Hale pues!

viernes, agosto 6

Campus Party .. otro que opina.

Hola hola amigos de la naturaleza. Hoy voy a hablaros del topo. El topo vive en el subsuelo, es medio ciego y por ello siempre lleva unas ridículas gafas o eso han querido hacernos creer los juegos de Super Mario. Otras fuentes dicen que es totalmente falso y que Mario debería volver a Nápoles, de donde nunca debió salir.

Y aquí iba mi lista de "Cosas Divertidas para hacer con hielo (si eres un cretino)", pero en su lugar he decidido hacer una reseña sobre la recién clausurada Campus Party 2004 aka CP2K4. ¿Necesario? En absoluto.

Bien, como siempre mucho gamer / maquineto, y la organización, siempre dispuesta a complacer a los repollos, trajo los grandes éxitos del maquinol más casposo para hacerlos sonar por los PA dispuestos cada 3 filas (su idea de "fiesta" es un atentado a la pluralidad mayor incluso que el de Karina). A ver si se enteran de que ESA MIERDA NO MOLA NI UN POCO.

Por lo demás, mucho leecheo, tanto de software como de datos (protegidos por copyright) pero claro, teniendo en cuenta que pago un cánon y que el derecho de copia privada ya era un derecho antes de éste, asumo que pago por poder copiar lo que me salga de los cojones en un cd y así lo seguiré haciendo como otros miles de personas que se pasan la supuesta autoridad de la SGAE por donde no brilla el sol.

En resumen, una continua vulneración a los derechos fundamentales como pueda ser no escuchar música de mierda o no aguantar a un paleto diciendo que somos "el puto futuro" con el subnormal de Camps delante. Aún así, me lo he pasado francamente bien con la gente con la que he ido por tercer año consecutivo, desde aquí un saludote a Pollo, coder, Rabo y su fráter familias cosetes, pap0i y su grabata de DVDs xD y cómo no a la Galiza Connection, que con 2 años de asistencia ya son un clásico del evento (Sh0ck imita a Xosé Toxeiro con gran destreza).

En fin, el año que viene más.

Hasta otro día que comamos mijo.